Para aliviar las penas
de mi corazón partío,
yo contemplo las estrellas
desde la margen del río.
La luna brilla en las aguas,
hablo con ella y sonrío,
camino en las finas sendas
manchadas por el rocío.
La he hablado de mis penas,
he llorado y he reído,
cabizbajo, entre las sombras,
en soledad me he perdido.
Bajo la noche callada,
río abajo, me ha seguido;
en mi último caminar,
con un único sentido,
ya que lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos.
Fco. TRAS DE LAS CASAS
MIEMBRO DEL BLOG L' ALBADA
¡Bellos y melancólicos octosílabos¡¡
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