Como un epitalamio es cada día,
es darse, preocuparse, es consumirse.
Es consumirse como dulce vela
que vela cuanto haces, cuanto hiciste.
Un día es consumir en cada instante
el ardor del momento sin que pase.
Un día es solo la dulce vela,
un día es encenderse y consumirse.
IGNACIO PAGÈS LARRUY
ANTIGUO ALUMNO DE LA FARGA
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