Encerrados en el fondo infinito
de tus ojos
crecen árboles de ancha copa
sobre la hierba verde,
y riachuelos de cristal
como espejos
acompañan con su música
el canto de los pájaros
que se extiende por el aire
como una brisa azul
hasta mis ojos,
tendiendo un puente
de pétalos
hacia tu alma,
que sabe retener cuerpos
y besar en silencio
con la mirada.
Pero a veces,
encerrados en el fondo infinito
de tus ojos
estallan incendios naranjas
que emulan al Sol,
y se tiñen de rojo tus pupilas,
que tiemblan
expulsando ciclones
que suenan como gritos,
y surgen de ellas,
del pozo oscuro
que desata paraísos
y construye puentes,
furias como dagas
que atraviesan pechos
y acaban en lágrimas.
IGNASI MUÑOZ GALLÉS
MIEMBRODEL BLOG L'ALBADA
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