Al río que raudo busca
su libertad sin fronteras,
cómo le miran los álamos,
de sana envidia las zarzas...;
Como el bello ruiseñor
le canta por las mañanas:
“quiero marcharme contigo
cuando el alba ya se alza”.
Con el río que corre y lucha
entre campos y alambradas,
la luna que está soñando
que esta noche está muy sola,
se despierta, y desde el balcón
ruborizada se asoma;
y cuando mira y ve el río,
va la luna y se enamora.
Yo por las noches olvido
contemplando las estrellas,
y como el viento soy libre
cuando no estoy con ella;
si junto al río pasea
mi doliente alma viajera,
van las penas con el agua
y río abajo se las lleva.
Como le miran los álamos,
las zarzas y las estrellas,
canta el bello ruiseñor
alegre por las mañanas,
enamorada la luna,
y olvida mi alma viajera,
“junto al río nuestras penas
libres y el agua las lleva".
Fco. Tras de las casas
Miembro del Blog L'Albada
Miembro del Blog L'Albada
Romántico, bello, enternecedor y muy poético tu poema del río Omaña.¡
ResponderEliminarHermosos versos¡¡
Preciosos versos, Francisco. Me han recordado el romance de Gerardo Diego.
ResponderEliminarSaludos.