SONETO
La tarde es suave seda malva y rosa.
La tarde es de ninfas dulce canto.
La tarde se embriaga de sol y encanto
entre un cielo de alondras y de rosas.
Como un destello, surge el pueblecillo
refulgente en la tarde cenicienta,
con sus casas de oro y de piedra,
que nos rinden, tan bellas,con su brillo.
Entre el cielo esplendente rosa y malva,
se vislumbra una mole portentosa,
que se erige, colgada, como diosa,
nombrada, de Montserrat, la montaña.
Al mirarla, se transforma el alma mía
en canto a una bella epifanía.
PEDRO PABLO VICO
LA FARGA
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