A Valencia
Luz súbita, un instante,
una mirada, naranja.
Y al instante quebrarse.
¡Qué mirada! En esos ojos
se reflejó el amante,
como la luna riela
sobre las aguas bramantes.
Valencia va por mis venas,
cauces de pasión y sangre.
Olor a trabajo hondo,
quemado por amor, arte.
¡Qué mirada! Esos ojos
que me ordenan esta sangre,
que me ayudan, que me besan,
cuando les clamo la Salve.
La naranja desvanece,
y sobre el azul esparce
su color, sabor, aroma…
¡Súbito aquel instante!
Gaviotas y golondrinas
y mis pájaros salvajes.
Se enfrentan y se cruzan,
se reconocen amantes.
IGNACIO PAGÈS LARRUY
ANTIGUO ALUMNO DE LA FARGA
Maravillosos versos a la Madre, a La Virgen de Valencia.Son unos octosílabos de gran poeta¡¡ ¡¡FELICIDADES¡¡
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