A una pareja que se besó en un parque...

Hay escenas –cuadros-
casi transparentes,
casi invisibles,
que son sólo bellas
en la distancia de
dos o quizás tres
o puede que más metros
-en menos importunaríamos-
En ellas se da la vida,
los besos frente al horizonte,
las caricias de la tarde,
y también las de la mañana.
En ellas se cierran las manos y,
risas silenciosas,
sin riendas, y
mágicas miradas,
soñadoras;
rebotan en las paredes
del instante
y se hacen eternas.
Vivimos en ellas,
nos alimentamos de ellas,
y las esperamos
desde los albores de la mañana
hasta los atardeceres
llenos de melancolía y esperanza.
Y es en la noche,
cuando aparecen
los cielos salpicados de estrellas
y cuando dejamos
de mirar esperando,
y vemos en el beso pasado,
en los detalles,
en las preguntas sin respuesta
y miradas de fondo;
casi transparentes,
casi invisibles;
la delicadeza
del vivir amando
entre suspiros,
de salto en salto,
de recuerdo en recuerdo,
de mano en mano,
de beso en beso;
en la transparencia
de las sutiles reverencia
de la vida.

 

 

IGNASI MUÑOZ GALLÈS

 

ANTIGUO ALUMNO DE LA FARGA