SONETO
El cielo luce en lenta despedida ...
en la tarde que marcha silenciosa,
dejándonos su estela blanca y rosa,
rutilante en la bella lejanía.
La orquesta de los árboles desnudos,
con violines y flautas adornados,
es lira de instrumentos enramados,
concierto sacro a corazones mudos.
En senda y profundo arco sin alcance,
se escucha el son de notas armoniosas
de la orquesta de liras tan preciosas ...
Y así, mi Dios, quisiste revelarte
en soplo que trasciende de mi trance,
toda Tu Majestad en un instante.
Pedro Pablo Vico
LA FARGA
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