Soy un hombre, animal para la muerte,
camino por veredas sangre y luto
de la tierra en que todo me es hirsuto,
pues de todo me dicen que es inerte.
A ti, mi mundo, no quise perderte;
pero al ser solo venganza tu fruto
agrio, desgarro cruel y diminuto
el sol que me eclipsa para no verte,
se hace sentir intensamente el frío,
que atraviesa toda el alma y congela
mi quimera, mi rosa, mi rocío.
Se consume mi vida, es una vela,
que quemando todo lo que era mío
se convierte en mi sol, mi nueva estela.
Muy bello soneto en fondo y forma.Los tercetos son imponentes.¡¡Felicidades¡
ResponderEliminar