La fuente reía…,
resbalaba el agua,
clara y cantarina,
en la blanca taza;
la luz nos inunda,
el sueño nos habla:
¿Dónde se ha quedado
la azul alegría,
que en tiempo lejano,
grata , sonreía?
Entre los rosales,
y en las galerías,
secretas, gozosas
de la tarde antigua.
El jardín silente,
¡tan bello¡, dormía,
entre el rojo incendio
que el cielo lucía.
El jardín aún flota
en el alma mía.
Preciosos versos y sentidos recuerdos, amigo Pedro. Y bella la fuente, quizá de tu pueblo. Excelente poema.
ResponderEliminarSaludos.
¡Muchas gracias, amigo Gregorio¡¡Bellos recuerdos de infancia¡¡
ResponderEliminar¡Tanta amorosa nostalgia!... Me gustó!
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