Deja que la risa surja de mi boca
como antídoto fugaz,
para todo el dolor
que algunos recuerdos
en mi corazón provocan...
Deja que sonría, pero no mires mis ojos
porque sin poder mentirte
te dirán que estoy muy triste
y ya ni puedo llorar.
Deja que viva, deja que viva como pueda
amparada y castigada por recuerdos,
preguntando lo que no tiene respuesta,
amando lo que ya no existe,
volviendo a cada rato al tiempo aquel
cuando aún la felicidad era mi aliada.
Deja que viva como pueda, por favor...
Dame la libertad de recordar...
Volver al pasado para sentir los abrazos,
recuperar sonrisas felices del ayer,
recordar los amigos que hoy no tengo.
Volver a mi infancia tan hermosa,
tan hermosa como la de mis hijos.
Volver a sentir que me querían,
que alguien necesitaba de mis besos.
Deja que viva como pueda, por favor...
Ma. Ingrid Von Below
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