Aunque no me oigas
desde este laberinto sin muros
sigue escuchando cada sonido
que susurren mis labios,
porque si mis palabras no llegan
llegarán mis gritos
como ecos desesperados
sin patria
expulsando océanos
que sin rumbo
que sin rumbo
avanzarán a través de la tierra,
mientras mi cuerpo estalla
en miles de cenizas
y desaparece
en un agujero negro
como el de un cofre
en el que seguirá sonando
mi voz
hasta encontrar tu oído.
IGNASI MUÑOZ GALLÈS
Muy bellos estos versos amorosos.¡ Creativos¡¡Gracias¡
ResponderEliminar·Excelentes versos, que denotan soledad tras el amor perdido.Me han recordado el soneto de Quevedo:"Polvo serán, mas polvo enamorado"
ResponderEliminarSaludos.