miércoles, 25 de junio de 2014

Cae la Noche


                            
                                

                   

                                

 




Cae la noche.
La última luz de un día caluroso
tiñe de naranja un paisaje campestre.
Pronto se esconderá el sol
detrás de la sierra que hay en el horizonte.
Solo el fluir de las aguas de un arroyo
rompe con el silencio sepulcral.
Y en la orilla, bajo un nogal,
una joven de blancos vestidos
contempla el atardecer.
Con ojos vidriosos mira sus manos.
Duras manos de suaves caricias.
Una lágrima se desliza por su mejilla
que el sol ilumina antes de desaparecer
bajo los verdes pastos.

El dorado trigo,
los verdes viñedos de oscura vid...
Hacen que recuerde días pasados,
duras jornadas de trabajo,
él con el arado y ella sembrando...
Pronto llegará el día de la siega...

La noche se cierne sobre los prados
y el manto azul se llena de pequeños luceros.
La luna se asoma por detrás de una colina.
El humo de la chimenea y el olor a carne de venado
indican la hora de regresar.

Lanza sus últimos deseos a la luna,
esperando que su amado los escuche...
Esté donde esté...

2 comentarios:

  1. ¡Magnífico, Javier¡tus versos se mueven al ritmo del viento en el trigal...

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  2. Un poema nostálgico, que recuerda tiempos pasados cuando las labores del campo se hacían manualmente. El final triste. Escrito con buen ritmo. Buen trabajo.

    Saludos.

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