Nada precede antes de ella,
porque yo estaba tranquilo
y en calma, sin esa bella
figura que aun vigilo.
Creía que tú mi dulce estrella
habías desaparecido,
estando yo en las tinieblas
parece haber amanecido.
El amanecer es sordo,
como el hilo de tu voz,
más bien ya sabes del mundo,
o bien el mundo sabe de vos:
“que las huellas del pasado,
no son huellas sin amor,
y el amor que huellas no deja,
simplemente no es amor.”
JORDI VIÑETA TORGUET
ALUMNO DE LA FARGA - 2º BACHILLERATO -
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