Con acordes armoniosos,
la brisa, en suave cadencia,
regala ondas a las ramas
de las esbeltas palmeras.
La tarde es oro que cae ...,
la tarde reluce bella
entre árboles altivos
en la preciosa arboleda.
El viejo asilo, rojizo,
tras de las altas palmeras,
es ascua de rojo ardiente
por el sol que ya se aleja.
Mirando al viejo edificio,
sueño con bellas quimeras
en la tarde silenciosa
que del sol es hora bella.
Pedro Pablo Vico
LA FARGA
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