Al gran poeta Miguel
Hernández
Seguidillas de libertad...
Para la paz...el sol,
la alegre tarde
en un pueblo del sur
con olivares.
Con las lluvias de Marzo
se entreabían
por el campo florido
las florecillas.
¡Que hermosura de cielo
que yo contemplo!,
¡bella y en el centro está Úbeda
sobre los cerros!.
Silencio y soledad...
Algo que no tiene precio
como es el silencio,
habita por las calles
de nuestros pueblos.
La soledad oculta
de los caminos,
compañera de viaje
del peregrino.
Para la libertad...
Libre mi caminar
cuando respiro;
viento de primavera
y el aire limpio.
Florecen los bancales,
el campo huele a hierba,
y libres como el viento
las garzas vuelan.
Tienen algo de místico
estas montañas;
nada más contemplarlas
siento nostalgia.
Embravecido el río,
de sierra blanca,
del monte hacía el pueblo,
salvaje baja.
Repican las campanas
con tantas ganas
a misa de Domingo
por la mañana.
Me embarga la emoción
de tal manera,
con la señal del pueblo
a las afueras.
Y ya no quiero hacer
más, las maletas,
¡libre! quiero ser libre
en estas tierras.
Francisco García Tras de las Casas
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