A Luciano Rubial;un labrador que soñó,conque era feliz en su tierraEra una tarde de Abril...Era una tarde de Abril,
templada , de Primavera,
bajo el cielo azul añil
el sol brilla sobre la era,y el campo, naturalmente,del fresco verde brotaba,y alrededor de la fuente.¡Que bello pestañeaba.!Luego una apacible brisabesa a los chopos del río,tras los cuales se divisaun camino que está umbrío.Y en un terreno cercanoa un arroyo placentero,nace un silvestre manzanoen el medio de un reguero.Más tarde el sol de amarillo,tiñe un paisaje de cine.¿Hay posado un pajarilloque de alegría no trine?.Y las nubes se recreansobre el monte remozado,las lluvias de abril verdeana todo un campo encantado.La tarde era un clamorde paz, sosiego y armonía,con un suspiro de amorprofundo, de dicha mía.¡Se fue mi melancolía!.Francisco García Tras de las Casas
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