Apoyado en la ventana dejo volar mis pensamientos.
Cierro los ojos. El sol ilumina mi cara y puedo sentir su calor.
Dejo que mi mente se expanda
y navegue a través de esta marea de conocimientos
en un barco de sentimientos.
Mi reflejo en el cristal;
me hace recordar
todos aquellos pájaros
que vuelan junto a mí.
El horizonte se expande enfrente,
y el suave vaivén de las olas
lleva mar adentro.
La costa ha quedado lejos.
Puedo verla tras el cristal...
Javier Prats
No hay comentarios:
Publicar un comentario