y no se va a ningún lado, inmutable.
Y se hunde en un océano insondable,
detrás de una duna sin desatino.
A somorgujo en las curvas del cielo.
Las nubes la acarician sin reproche
en el ámbar moreno de la noche,
escudándola de lágrimas de hielo.
Sin su luz enluta este instante mío;
me consume su sombra los costados,
la aquietaron unos ojos de embrujo,
Provocándole, un vértigo de frío.
Luna toma mi mano ¡sin atados!,
que esta noche surja un mundo de lujo.
SONIA LEDESMA
¡¡Bellísimos versos de la inspiradora luna¡Escitos con delicada finura...
ResponderEliminarUn mundo de lujo es este soneto, inspirado en el embrujo de la luna. Un excelente trabajo, como es costumbre en nuestra amiga y gran poetisa, Sonia.
ResponderEliminarUn beso.