Créanme de verdad,
en algunos momentos
yo bebo por sus vientos,
y se llama soledad.
Y como hojas soñolientas
por el viento transportadas,
van las cosas de mi vida
al olvido condenadas.
por el viento transportadas,
van las cosas de mi vida
al olvido condenadas.
¿Si a esto llamáis amor?,
su soledad y la mía,
con mi sombra pertinaz,
ningún puerto atracaría.
su soledad y la mía,
con mi sombra pertinaz,
ningún puerto atracaría.
Hombrecillo nada zafio,
alejado de las masas,
el de las guerras perdidas,
ese soy, “Tras de las casas”.
alejado de las masas,
el de las guerras perdidas,
ese soy, “Tras de las casas”.
Un Sancho Panza en mi casa,
don Quijote de estos días,
un acabado Don Juan
que ha vivido de utopías;
don Quijote de estos días,
un acabado Don Juan
que ha vivido de utopías;
más como canta Melendi
de Asturias patria querida,
procurando no hacer ruido
caminando por la vida.
de Asturias patria querida,
procurando no hacer ruido
caminando por la vida.
La vida es un tobogán
con mas espinas que rosas,
en mi epitafio os escribo
una de las mas hermosas.
con mas espinas que rosas,
en mi epitafio os escribo
una de las mas hermosas.
Grabado en mi tumba, yace
mi única y gran verdad:
“Solo tuve un gran amor:
se llamaba soledad.”
mi única y gran verdad:
“Solo tuve un gran amor:
se llamaba soledad.”
Fco. TRAS DE LAS CASAS
MIEMBRO DEL BLOG L' ALBADA
¡Preciosos versos amigo Fran¡ Plenos de humanidad y lirismo. Es en la soledad donde se da el encuentro con Dios...¡Muchas gracias¡¡.
ResponderEliminarHermosos versos octosílabos. Un paseo por una vida en soledad, que acaba en el campo santo. Aunque... no siempre se está mal en soledad; a veces, sirve para reflexionar. Excelente poema. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarSaludos.