Ojalá pudiese acariciar
con mis labios
tus cicatrices,
recorrer con mis zapatos rotos
de tanto buscarte,
el dolor que te acompaña
con este triste vagabundeo
por el mundo
y perderme tras tus párpados,
en el fondo infinito
de tu alma,
donde te escondes
y pintas estrellas
para seguir viviendo.
Ojalá pudiese atravesar tus muros
en una nube de palomas blancas,
y regar con mi sangre
las flores de tu jardín,
y rasgar con mis manos
tu apariencia,
para contemplar en el centro
tu cuerpo sobre la hierba
cansado de tanto correr,
y pueda abrazarlo
hasta ser uno,
haciendo con nuestros pedazos
un mosaico de colores,
donde quede escrita
vagamente
nuestra historia.
IGNASI MUÑOZ GALLÈS
MIEMBRO DEL BLOG L'ALBADA
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