Paseo cada día,
bajo la suave luz del atardecer.
La fría brisa de invierno golpea en mi rostro,
las hojas forman remolinos por el adoquinado suelo.
Todo está cambiando a mi alrededor. Y si me detengo a observar
me doy cuenta de que todo cambia a un ritmo muy rápido.
Pero a mi me arrastra una lentitud enloquecedora.
Quizá eso sea bueno... quién sabe.
Bajo esta lluvia torrencial
avanza un tren sin destino.
Pasaría horas contemplando este paisaje...
para acabar encontrando que estoy vacío;
Sólo en este vagón.
Nada ha vuelto a ser igual
desde que ya no te tengo a mi lado.
Y eso me entristece,
porque recuerdo
todos los buenos momentos que hemos vivido.
Esos recuerdos son
los que deberían abrir el camino
hacia una segunda oportunidad...
Y así voy viendo caer la lluvia
hasta entrar en un oscuro túnel...
Sólo el recibir un mensaje, el poder volverte a ver,
el estar contigo, puede acabar
con este panorama gris y lluvioso.
JAVIER PRATS
ALUMNO DE LA FARGA
¡Bellísimos versos,¡ con un dominio rico del lenguaje, de la descripción física - el paisaje, el entorno - y espiritual del poeta.¡ Mis más sinceras felicitaciones, estimado Javi en esta nueva y valiosa aportación al blog L'Albada.
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