En el cotidiano andar,
en la rutina acostumbrada,
se sumerge mi existencia.
lo que vive en mi interior y lo guardo
sin que lo diluya el paso del tiempo…
con signos de vitalidad, con un aire nuevo…
de que oiré tu dulce voz, de que posaras en
mí tu cálida mirada, devolviendo el encanto
de otros tiempos cuando sólo creía
en nuestras vidas juntas, en nuestras vidas
compartidas, en nuestros sueños…
Te estoy esperando…Pero la paciencia se me acaba…
ante tu ausencia.
En cada ocaso del sol, levanto la vista al
firmamento, bien abiertos los ojos, e intento
percibirte, oír algunas palabras que no me
hayas dicho, que no pudiste decirme…
Y ante tu mutismo, deseo convertirme
en brisa…en aliento… en alma que vuele hacia
la tuya…
GREGORIO TIENDA DELGADO
MIEMBRO DEL BLOG L' ALBADA
¡Preciosos versos, amigo Gregorio¡ Llenos de vida y esperanza. El final es cautivador.¡¡Gracias¡¡
ResponderEliminarGracias, Pedro por publicar y comentar mi poema.
ResponderEliminarsaludos.