¡Caen las hojas¡
¡El cielo grisáceo y bello
en el otoño dorado...¡,
pensamientos que yo inquiero.
Y la brisa lisonjera,
agita hojuelas marrones;
planeando caen al suelo...
¡Oh dulce melancolía
del día lluvioso y gris¡
Las galerías de mi alma,
destellan oro y añil.
El otoño me regresa
al dulce mundo infantil...
DONCEL
MIEMBRO DEL BLOG L' ALBADA
Bellas letras, amigo Pedro. El otoño, al igual que el viento remueve las hojas caídas, remueve también los recuerdos, Los tuyos te retroceden en el tiempo, hasta la niñez.
ResponderEliminarMelancólico, pero bello poema.
saludos.