La noche serena su velo tendía,
la pálida luna rielaba en el mar,
y envuelta entre nubes la azul lejanía
... mandaba las auras mi frente a besar.
Cesó de las aves el vuelo y el canto,
la playa bien pronto desierta quedó,
y el cielo mostrando su diáfano manto
de tules y estrellas, al mar saludó.
Las blancas gaviotas batieron las alas,
cruzando el espacio con vista sagaz
y allá, en lotananza, luciendo sus galas,
fragata ligera, se aleja fugaz.
Mi barca recibe caricias del viento
que suave la mece con dulce rumor;
y brota del agua con rítmico acento
cantar misterioso de angustia y dolor.
De pronto las ondas, ligeras, se cubren
de blancas espumas y rojo coral;
con ruído vibrante su seno descubren
y surge una diosa, sublime, ideal.
Su ted es de nieve, sus labios son rojos,
sus dientes son perlas, su carne es marfil,
y los tenues rayos de sus ojos negros
abrasan mi alma con fuego sutil.
Ya junto a mí llega.Con pena me mira
de mi mal ansiando saber la razón.
Hay llanto en mis ojos, mi pecho suspira,
y herido de muerte siento el corazón.
--No llores, no sufras, - me dijo la diosa -
tu pena es inútil, cesa de llorar,
que si anhelas vida dulce y venturosa,
en el mundo ingrato no la has de encontrar...
POETA INVITADO:
JUAN DE DIOS VICO TAMAYO
POETA MODERNISTA - 1907 -
ABUELO DE PEDRO PABLO VICO
"IN MEMORIAM"
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