sobre los cerros,
viendo despuntar el día
allá a lo lejos.
Por la sierra de Mágina,
yo voy soñando,
hacia los Cerros de Úbeda,
bellos y lejanos.
El árbol engrandecido
es recio y bello;
mirando está hacia el valle,
solo y enhiesto...
¡Hermoso árbol!,
cuando venga el estío,
darás descanso
de la fuerte canícula
a hombres del campo.
¡Árbol tan viejo!,
extramuros de Úbeda,
a campo abierto...
DONCEL
DONCEL
Hermoso, amigo!
ResponderEliminar