Tu agua pasa,
salta y suena,
entre los cantos de piedra
de la verdosa ribera.
¡Tu agua siempre es distinta¡
Alegre, corre bravía,
entre arbustos y zarzales,
silenciosa y escondida.
¡Tu agua es hermosa y limpia¡,
tumultuosa y serena,
don de la naturaleza.
Bendita felicidad
de plantas y animalillos,
que humildes, pasan ocultos,
y descansan junto a ella.
Tan solo los viejecitos,
poetas o enamorados
se acercan para escucharla,
para admirar su belleza...
DONCEL
Dedicado a la poetisa Ma. INGRID.
ResponderEliminarMe lo has dedicado hermano, porque me conoces muy bien. Tanto vos como yo, somos unos enamorados de la naturaleza, y por esa misma razón esta poesía, como todas las tuyas, volvió a encantarme! Felicitaciones!
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