Luna en Aitzgorri

Para  Maria Dolores Vico


Seguidillas


Azul celeste
y nubes rosas,
luz celestial,
¡montes de Aitzgorri¡

Y...esa luna,
luna tan llena,
argénteo disco,
blancura plena.

¡Poniente bello¡
Acuarela bonita,
¡yo quiero verla...¡

Y la luna,... tan alta,
grandiosa y esplendente,
...esa quimera,
tan bella y magna.




Pedro Pablo Vico

El río.

Tu agua pasa,
salta y suena,
entre los cantos de piedra
de la verdosa ribera.
¡Tu agua siempre es distinta¡
Alegre, corre bravía,
entre arbustos y  zarzales,
silenciosa y escondida.
¡Tu agua es hermosa y limpia¡,
tumultuosa y  serena,
don de la naturaleza.
Bendita felicidad
de plantas y animalillos,
que humildes, pasan  ocultos,
y descansan junto a ella.
Tan solo los viejecitos,
poetas o enamorados
se acercan para escucharla,
para admirar su belleza...





DONCEL

El salto

 

 

 

Con las últimas luces

de la primera noche de verano,

con el espíritu lleno

y la mente vacía,

la oscuridad nos invita

a acogernos a su lado.

Hace frío,

una hoguera crepita a lo lejos.

Y, aunque sus llamas

se extinguen lentamente,

una chispa le basta

para volver a vivir.

Un muro infranqueable

de calor y fuego.

Un reto imposible.

Pero un coraje inusual,

una fuerza inexplicable,

nos empuja

a saltar al otro lado.

Sin saber qué encontraremos

simplemente

saltamos

Tarde roja

La hiedra cubre la pared
que parte el jardín del huerto;
y el laurel, verdoso y yerto,
expande olor por doquier.

¡Jardín de la tarde roja¡
¡Jardín del ensueño alado¡
Mi alma a él ha regresado,
en el recuerdo que evoca.

En la tarde vieja y rosa,
con el tañer de campanas,
el aire, cálido y grana,
te acaricia y te arropa.

Y en el velo del ocaso,
sentado en el bello banco,
siento brillar la armonía
de las ninfas y de los hados.




DONCEL

ATARDECER

A los que les puede la emoción,
lagrimillas al atardecer,



Aroma a hojas,
olor a pueblo,
sendas floridas,
florecillas de ensueño.

Cantar de pajarillos,
verdes ramas del huerto,
abejitas doradas
en la flor del romero.

Vuelos de golondrinas,
piar de polluelos,
zancudas cigüeñas
otean por los cerros.

Deja de arder el sol,
ya se oculta a lo lejos,
labradores del campo
vuelven al pueblo.

Algarabía, niños
y niñas en el corro,
atardecer,
quimera de sueños.

Lágrimas de cristal,
estrellas en el cielo;  
es la noche que envuelve
a San Martín, mi pueblo.



Fco. Tras de las casas

Pensamientos

 

 

 

 

 

Ma. Ingrid Von Below