Era una
noche del mes
de enero, tan
hermosa
como fría;
esa noche me
pregunté
si la
felicidad existía,
porque el
destino quiso
que
conociese a ella
aquel día;
pensaba y
pensaba
si yo nada
le debía,
grité en la
oscura noche,
¡maldita la
estrella mía¡,
que
machaconamente el eco
en mi mente
repetía;
es la vida
como una noria
donde todos
giramos al son
y al paso
que marcan los días,
con momentos
de gloria
y otros de
melancolía.
Aquella
oscura noche
del mes de
enero
tan hermosa
como fría,
delante de
mi ventana
donde llorar
yo solía,
el parque de
L´Eixample
y la luna,... mi
única compañía.
Fco. Tras de
las casas
Melancólicos y bellos versos amorosos: la soledad, la melancolía...tan propios en la poesía del poeta amigo.
ResponderEliminarBello poema, Francisco. Triste y evocador de tiempos lejanos, y la pregunta que tantas veces nos hacemos; ¿existe la felicidad? Por supuesto que sí, pero no siempre.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias amigos miembros Pedro y Gregorio por vuestro comentario.
ResponderEliminarcuanto de verdad es la frase de que no somos felices por lo que tenemos si no por lo que somos.Un saludo cordial.