Por esta tierra bravía
de los llanos de Albacete,
bajo un cielo sorprendente,
de algodón y celosía,
te veo yo, caminante,
por prados y sementeras,
y entre encinas
austeras,
avanzando, hacia adelante...
¡Hermosa tierra tan llana¡,
desbordante, atrayente,
rojiza, tan esplendente,
en que la emoción no es vana.
¡Tierra y cielo me trascienden
cuando miro desde el tren¡,
y digo al viajero,
ven,
pues este lugar sorprende,
se adueña del que es vidente.
se adueña del que es vidente.
Caminante:
por los llanos de Albacete,
camina junto a esas nubes
en esta tarde silente.
camina junto a esas nubes
en esta tarde silente.
DONCEL