Un árbol joven mecido por el viento.
Un prado verde y solitario.
Un frío invierno.
Sus ramas desnudas,
su tronco raído.
Llegó la primavera,
y con ella las lluvias.
Y ese árbol que todos creían muerto,
volvió a florecer con más fuerza que antaño.
Verdes sus hojas,
florecidas sus ramas,
vuelve a dar cobijo
a todo aquél que busca
amparo en los días más soleados.
MIEMBRO DEL BLOG L'ALBADA
Muy bello poema pleno de sensibilidad poética.¡¡Felicidades Javier¡¡
ResponderEliminarPreciosos versos dedicados a la Naturaleza y a la primavera. Un poema excelente, Javier.
ResponderEliminarSaludos.