Cae la azulada tarde
mostrando la torre bella
y la rambla se engalana
con su frondosa arboleda.
La torre muestra, barroca,
sus ojos de oro y azul,
la torre, bien encumbrada,
toca del cielo el capuz.
¡Y este castillo viejo,
joya de siglos pasados,
con piedra del medioevo,
nos regala su legado.
La tarde en la arboleda,
roza la torre con rayos
que doran suave el perfil
del mástil que mira al campo.
La tarde regala luces
al poeta enamorado ...
Pedro Pablo Vico
LA FARGA
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