De oro fino es este río
y de plata el verde árbol,
tintineante luz de luna
deja este sol en los álamos.
Del chopo cuelgan estrellas
y su alma es como de mármol.
Las noches de primavera,
en las que sueño los sábados,
tienen inscrita una letra
y un ritmo joven marcado.
Los valses cantan al sol,
que muere y padece airado
la mirada de aquel joven
bajo el álamo abrazado.
Y el girasol se encapucha
cuando queda sin amado.
Los gladiolos que son sangre
nacen siendo como un canto
y son el signo visible
de un amor apasionado,
que cantó en noches de luna
bajo este sol de los álamos.
IGNACIO PAGÉS LARRUY
ANTIGUO ALUMNO DE LA FARGA
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