lunes, 1 de julio de 2019

LA TARDE.









































La tarde, de celindas se perfuma,

y engalana de colores los donpedros.

Y ella se refleja en  fuente clara,

entre el chorro de agua limpia y los 
gorjeos ...



La tarde nos inunda nuestra alma

con un halo y resplandor violeta...

Y se transforma en un edén furtivo,

sentado en la linda plazoleta...



Y en el frescor del chorro de la fuente

y la tierra mojada por el agua,

la luz violeta nos inunda

al tiempo que toca una campana ...




La tarde va de caída...;

y en las galería del alma,

penetra, bella y florida....

al tiempo que las rebasa ...



Doncel

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