Escondido entre los árboles
que duermen en la ribera,
el ruiseñor de los àlamos
mientras, triste está a la espera;
y una melodía canta
de amor, que al sollozar suena;
como el agua de las fuentes
por la verdinosa piedra,
como silba al norte el viento
en los chopos de la vega.
Los pájaros sorprendidos
hacía ese lugar vuelan,
y se acercan a escuchar
tan bello canto a la pena,
y hasta el sol que marcha rápido
por el valle hacia la sierra,
al oir tan bello cantar
cambia de dirección y se acerca,
a donde triste el ruiseñor
canta a su amada bella,
que hoy no ha vuelto a los àlamos
que duermen en la ribera.
En el cielo del valle Omaña
donde abundan las estrellas,
hay una que brilla más sobre
los àlamos de la ribera.
La luna llena está noche
sobre el río triste riela,
cuando escucha al ruiseñor
cantar de amor a la pena.
Francisco García Tras de las Casas
Valle Omaña 15 Agosto 2.018
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