DÉCIMA
Aún hoy late por mi vena,
partida por la pasión
y aunque duela el corazón
por mi perpetua condena,
¡por amor valió la pena
llorar!, y sepan los que hieren
que pierden los que más quieren :
“Y aunque escondan soledad
hasta la inmortalidad,
¡los amores nunca mueren!”.
Fco. Tras de las casas.