LA ROSA

Quiero cortar una flor del jardín.

¿Un clavel o un jazmín ?

Ni un clavel ni un jazmín,

una flor de color.

¿Carmesí?

No llega a carmesí .

¿ Y su olor ?


Es la flor de un rosal.

¿ De un rosal ?

Del rosal del dolor

   

más hermoso que el sol

nazarí.

Una rosa de amor

y en sus ojos pasión

descubrí.

Y en su pelo moreno

color,

y en su boca de fresa

sabor.

Hoy yo quise cortar una flor.

Una flor,

una rosa ubedí.

 ALEJANDRO MARTINO VICO

Agua y aceite

Cuánta desdicha se siente al comprender 

“nos queremos y somos diferentes";
tanto que de forma literal,
lo llevamos en secreto, pulsándonos la mente. 

Por más que diligentes transcurramos 

fascinaciones notorias, embelesos ardientes, 

siempre faltará algo, reclamando 

el querer comprendernos “consecuentemente”. 

La convivencia, junto al tiempo… 

cruel e indefectiblemente, velan los encantos 

de “un amor imposible”… jurado para siempre. 

Es vano “pretender mezclar agua y aceite”, 

utopías de “ese iluso y tierno amor” 

negándose a pensar… que somos diferentes… 

Aldo Antonio Escobar 

Escucha. observa y calla.

Escucha,

observa

y calla...

Prepárate.

El sol te ilumina el rostro.

Detrás, un edificio que ya perdió su esplendor.

 El viento murmulla secretos.

A tu izquierda dos niños pasean juntos de la mano.

Poco a poco el momento se acerca.

La luz es perfecta.

Un día magnífico

en la ciudad que nos ha visto crecer.

Poco a poco te preparas.

Viendo tu cara reflejada en la oscura lente

Un segundo,

dos,

tres...

Un brillo instantáneo

 y el mundo se detiene

al compás de una música efímera

que apenas se escucha...

 

 

 

 

Javier Prats

VIEJO POETA OLVIDADO

         
No espero nada de nadie;
que me busque quien me extrañe.

                  
     Este viejo poeta olvidado,
     ruiseñor de la alborada,
     pajarillo mañanero,

     caminante en tardes muertas,

     vigía desde los cerros,
     andarín, en las montañas...;
     sus musas emprenden vuelo
     cuando el cielo empieza a arder,
     soledades y pensamientos,
     entre sendas , en bancales,
     por caminos y senderos.          
     Este viejo poeta olvidado
     que cierra todas las puertas,
     prisionero de sus miedos
     cuando por no recordar,
     olvida remordimientos;
     a pesar de sus pesares,
     y de tantos sueños rotos,
     este viejo poeta olvidado,
     ha sido feliz, no niego,
     aunque en mi rostro veáis 
     hastío, y tristeza en mis ojos;
     quien me extrañe, que me busque
     en el baúl de mis recuerdos.

         
     Fco. Tras de las casas 
   

Despertando

Ma. Íngrid von Bellow