Desde el balcón de mi tren,
gozo de ver el campo.
¡Campo, campo,
sólo campo!,
...campo rojizo y manso.
Por los llanos de Albacete,
( en el tren yo voy viajando),
entre encinas y viñedos,
este inacabable campo
es paraíso de España,
sin moles ni rascacielos.
Y las bandadas de pájaros,
numerosos, en los tejados,
volando a cielo abierto,
sin humos y sin quebrantos.
¡Hermosos campos tan llanos!
de donde sacan buen vino
los viñedos inacabables,
tan amplios, rectos, con brillo...
La belleza de estos campos,
en las pardas sementeras
con adorables encinas,
y rasos de verde manso
bajo el cielo azul que irisa,
son hermosura de España;
son de Ella, una delicia.
¡ A la tierra de Albacete,
yo le canto, yendo aprisa!
Doncel