El corazón, esponja sin espejos,
recoge lo infinito y vuelve eternos
instantes, miradas y desencuentros.
Parece que la vida son momentos,
sumas que de niños no aprendemos, 
desengaños que jamás comprenderemos.
Un café y un cigarro son eternos,
pero hay algo más, algo más que sueños
que no conoce de  espacios y de tiempos.
Solo saber si soy esponja (o no)
o más bien soy un triste espejo...
O más bien, o menos mal, o no me encuentro. 
¡Oh, no sé qué soy!                       a
    o no sé que soy
y, sobre todo, lo que no sé es que te quiero.

IGNACIO PAGÉS LARRUY 
 
¡Hermoso versos endecasílabos,esistenciales, cotidianos ,...de la vida cotodiana¡¡Felicidades y gracias¡
ResponderEliminar