sábado, 11 de abril de 2015

Caminando...








La tarde ya se ha abierto entre la niebla,
por los serenos campos del Anoia.
La tarde, en el silencio de la fronda,
se puebla de cadencias y de formas...

El valle, que derrama su misterio,
en la mansa tarde  encandilada,
invita al alma, en plácido silencio,
a fundirse en la llanura perfumada.

¡Rojiza tierra en cárcavas del río¡,
¡Campo de viñas, alcores y pinares,
conmigo vais, mientras yo camino...;
Aquí esparzo  al viento mis cantares




DONCEL








2 comentarios:

  1. Preciosos versos a esa tarde que se marcha, que con bellas imágenes acompaña al caminante. La naturaleza es inagotable como musa para el buen poeta.

    Saludos.

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  2. ¡Muchas gracias amigo Gregorio¡La belleza del atardecer y el campo, fuentes de inspiración.

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