jueves, 2 de octubre de 2014

Una casa con mi sangre.










(dedicado a la Farga por sus 45 años).


 
Cuántas lágrimas de dolor voy a soltar
cuando en mi cabeza te empiezo a recordar...
Hace cuarenta y cinco años te levantaron
y treinta y ocho promociones por ti ya pasaron.
Mis antecesores dejaron en ti mucho sudor,
ya que por mi sangre fuiste levantada, ¡qué honor!
Tú conviertes al niño en un hombre bueno
como la fragua que hace el acero ajeno.
Tu día es el mismo que el de la obra de Dios,
tu día es en octubre, siempre en el dos.
Siempre dejaste una llama azul en mí,
y te agradezco por hacerme tan así...
Con orgullo andaré siendo el nieto de tu fundador.
 



 
 
 
Pau Rossy Sesé

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