Caí, en un desmayo eterno;
caí en un amor de solo infierno;
caí, solo estoy, mi amor no ha vuelto;
caí como cae un cuerpo muerto.
Cayó el árbol, también en invierno,
sus hojas crearon el silencio
en un corazón que sin gobierno
no sabe qué siente, ni qué siento.
Yo, que prometí amor eterno,
moríme al primer impedimento,
caí como cae un cuerpo muerto
sin amores, sin vida, sin sueños.
IGNACIO PAGÈS LARRUY
ANTIGUO ALUMNO DE LA FARGA
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