Soneto al Roble de la Farga
Doscientos años de corteza y sueños
y cuarenta de jolgorio infantil
no consiguen ensombrecerte en abril
y adornas con nuevos aires risueños
tus fuertes y altas ramas, siendo dueños
pájaros, brisas y el ruido febril
de tantos niños en sus juegos mil,
que en ti ven algo vivo y no unos leños.
Ojalá que hoy y siempre tu explosión verde,
con que cada nuevo abril nos halagas,
que hay que renovarse nos recuerde,
y sepamos tirar las hojas malas,
puesto que quien guarda lo viejo, pierde
el renacer como bien nos señalas.
VIKTOR MARTÍNEZ
PROFESOR DE LA FARGA
PROFESOR DE LA FARGA
Precioso soneto, bien medido, lleno de sensibilidad y cariño a la infancia
ResponderEliminarÉs preciós. L'enhorabona per aquest bloc!
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