Cuando muere la poesía
la utopía se marcha a reflejar la rabia insobornable de saberse abandonada. Y la conciencia hecha credo, como única religión que no cede, ante un corazón que sigue preso, terminó con la entrega de una espera adormecida, aciaga y solitaria, rendida en la penumbra de unos versos que murieron con ella.
POETA INVITADO:
DANTE ERNESTO ( Buenos aires, ARGENTINA )
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