jueves, 22 de marzo de 2018

Ausencia ...

















Una mañana de Marzo,
yendo por la meridiana,
entorno del mucho ruido,
sentí que una voz me llamaba;
sentí que esa voz susurró:
¡Vete y sueña desde tu alma!

¡ Qué triste es vivir pendiente
de un metro de madrugada!
y que te despierte el ruido
de las ambulancias blancas;
de las muchas emociones
en las olas de las sábanas.

Los árboles no tienen hojas,
al aire algo le falta,
en la ausencia y el olvido,
el amor pierde la calma,
el amor sufre en la ausencia
la soledad de la cama.



Francisco García tras de las Casas

sábado, 17 de marzo de 2018

TARDE DORADA















Y en la clara tarde

de invierno, dorada,

la flor blanca y rosa

me hechiza y me halaga.

Enjambre de flores

aterciopeladas,

que lanzan al aire

nubes perfumadas,

y adornan el huerto

junto al colmenar,

en la tarde bella

de luz y destellos,

con un fondo rojo

del sol que se va.

... Y en la clara tarde,

yo aprendí a amar.



DONCEL DE ÚBEDA

sábado, 10 de marzo de 2018

EL JINETE MUERTO



En esas horas del alba

cuando el  sol alumbra en los cerros

vienen ladrando los perros,

tristes de la madrugada.

 

Desbocados y crueles

destrozan la luna llena

que está mirándose alegre

en los espejos del agua.

 

Cercanas y melancólicas

mugen sus penas las vacas,

y crotoran las cigüeñas

saludos  desde atalayas.

 

Las encinas, sorprendidas,

van dibujando fantasmas

de sombra negra de miedos

sobre la hojarasca helada.

 

La luna pierde su velo

por el cielo azul del alba

que va perfilando cerros

con reflejos de la helada.

 

 

Al son de los tamboriles

de los cascos en la graba,

garabato entre las sombras

el jinete se acercaba

 

doblado sobre el caballo,

la cara desencajada,

los ojos yertos del frío,

perdidos en la llanada.

 

Sobre los botos camperos

calzaba espuelas de plata,

zahones de cuero grueso,

faja de seda morada,

 

cadena de oro macizo

sobre chaleco de pana,

camisa de lino claro,

y pantalones de guata.

 

Esperpento en el camino,

por calles desdibujadas,

entra en el pueblo, y el  bruto,

se va derecho a su casa.

 

 

Gritos de muerte sonaron

por las callejas calladas…

Rojas, sobre la pechera,

lucen rosas coloradas

 

de sangre ; en medio de ellas

enhiesta, como una estaca,

mensajera de su muerte

hay  una faca clavada.

 

Por las barreras del alba,

que el sol alumbra en los cerros,

enmudecieron  los perros

tristes de la madrugada.

M. Pablos

sábado, 3 de marzo de 2018

EMPIEZO A PENSAR QUE ME SOSPECHO


















MIS ROMANCES DIALOGADOS - I -



Después de un largo camino
volviendo por el comienzo,
vuelvo a tropezar y empiezo
a pensar que me sospecho.

Dicen los que me conocen,
ahora que me hago viejo,
que hablo hasta con el silencio
y suelo irme por los cerros.

No hace falta lo repitan,
nunca niego lo que es cierto,
de sobran saben que soy así
y ando con mis pensamientos.

Paro poco en los lugares
donde se grita improperios,
si lo que escucho me aburre
no por mucho me entretengo...

Visto una vez lo ocurrido
y si pienso que molesto,
me voy por donde he venido;
tomo las de Villadiego.

Ayer fui a ver a mis padres
después de hace mucho tiempo,
dijeron verme cambiado
más guapo a parecer de ellos.

Que distintas son las cosas;
no me reconozco en ellos,
volví en seguida a marcharme
y emprender de nuevo el vuelo.

Soy de una generación
que no entiende de complejos,
de esos raros presumidos
que presume en los espejos.

No me importó si la vida
me trató sin merecerlo,
en asunto de mujeres
con auténtico desprecio.

No es exclusivo de nadie,
rencor todos llevamos dentro,
por las cosas del amor
¿quien no pagó un alto precio?

De bruces con la realidad
y otra vez en el comienzo,
vuelvo a tropezar y empiezo
a pensar que me sospecho.



Francisco García tras de las casas