sábado, 14 de junio de 2014

LA MORADA O INTIMIDAD












En el crucero del alma,
se aloja nuestra morada,
nuestro castillo interior,
donde encontramos la calma.

Allí nuestro yo reposa,
es refugio inexpugnable;
allí se nos muestra el Bien,
también el mal deseable...

Y allí sentimos anhelos
 de algo que es superior,
que en nuestro mundo exterior,
alcanzarlo no podemos.

En el castillo interior,
una puerta se nos abre
y aún siendo impenetrable,
encontramos al Buen Dios.





Pedro Pablo Vico

2 comentarios:

  1. Preciosos versos, amigo Pedro. Una mirada al interior de sí mismo, con un final esperanzador.

    Te felicito.

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  2. AMIGO PEDRO PABLO. TODOS BUSCAMOS A ESE DIOS QUE ILUMINE NUESTRO CAMINO. BELLOS VERSOS COMO SIEMPRE QUE NOS HACEN REFLEXIONAR EN NUESTRO INTERIOR SOBRE EL SENTIDO DE LA VIDA. UN ABRAZO DE FCO. TRAS DE LAS CASAS.

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